Los estudios han demostrado que los pasajeros de avión, tren, autobús o automóvil que permanecen sentados durante un viaje de más de cuatro horas tienen un mayor riesgo de sufrir tromboembolismo venoso al estancarse la sangre venosa, lo que permite que se formen coágulos en las venas.Además, los pasajeros que toman varios vuelos en un corto período de tiempo también corren un mayor riesgo, porque el riesgo de tromboembolismo venoso no desaparece por completo una vez finalizado el vuelo, sino que permanece alto durante cuatro semanas.
Hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de tromboembolismo venoso durante los viajes, sugiere el informe, incluida la obesidad, la estatura extremadamente alta o baja (por encima de 1,9 m o por debajo de 1,6 m), el uso de anticonceptivos orales y enfermedades sanguíneas hereditarias.
Los expertos sugieren que el movimiento hacia arriba y hacia abajo de la articulación del tobillo del pie puede ejercitar los músculos de la pantorrilla y promover el flujo sanguíneo en las venas de los músculos de la pantorrilla, reduciendo así el estancamiento de la sangre.Además, las personas deben evitar usar ropa ajustada mientras viajan, ya que dicha ropa puede provocar que la sangre se estanque.
En 2000, la muerte de una joven británica en un vuelo de larga distancia en Australia debido a una embolia pulmonar llamó la atención de los medios y del público sobre el riesgo de trombosis en los viajeros de larga distancia.La OMS lanzó el Proyecto Mundial sobre Riesgos de Viajes en 2001, cuyo objetivo en la primera fase era confirmar si los viajes aumentan el riesgo de tromboembolismo venoso y determinar la gravedad del riesgo;Una vez que se obtenga suficiente financiación, se iniciará el segundo estudio por fases con el objetivo de identificar medidas preventivas eficaces.
Según la OMS, las dos manifestaciones más comunes del tromboembolismo venoso son la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar.La trombosis venosa profunda es una afección en la que se forma un coágulo de sangre o un trombo en una vena profunda, generalmente en la parte inferior de la pierna.Los síntomas de la trombosis venosa profunda son principalmente dolor, sensibilidad e hinchazón en el área afectada.
El tromboembolismo ocurre cuando un coágulo de sangre en las venas de las extremidades inferiores (debido a una trombosis venosa profunda) se desprende y viaja por el cuerpo hasta los pulmones, donde se deposita y bloquea el flujo sanguíneo.A esto se le llama embolia pulmonar.Los síntomas incluyen dolor en el pecho y dificultad para respirar.
El tromboembolismo venoso puede detectarse mediante seguimiento médico y tratarse, pero si no se trata, puede poner en peligro la vida, afirmó la OMS.